domingo, 30 de mayo de 2010

Los islotes de las ciudades

Las islas de montaña son muy comunes en las ciudades. Ya sea porque se eligió urbanizar al rededor de dicha montaña por sus condiciones de defensa o bien sea por el hecho de que cuando se ha expandido la ciudad, haya quedado dicha montaña ' por el medio'. Estos islotes, en la mayoría de los casos, se aprovechan para dar uso de ocio y recreación a la ciudad. Son como los pulmones de la ciudad, a mi parecer, necesarios.

En el caso de Montjuic, yo no creo que esté tan mal conectado a la ciudad. Hay un autobús que llega hasta allí, si la gente no lo quiere cogerlo es porque prefiere estar dentro de las calles de la ciudad y no porque no tenga ningún medio que la lleve hasta allí.

Creo que con el tiempo nos estamos convirtiendo cada vez más comodones y nos acomodamos al barrio en el que vivimos... Pero a mi parecer, una montaña por sí tiene que ser salvaje, se tiene que notar la diferencia entre la urbanización y la montaña, es la gracia de un islote en la ciudad; que puedas ir allí a evadirte cuando quieras.

En Donostia, por ejemplo, hay varios islotes. Uno de ellos, el monte Urgull, se encuentra encima de la parte vieja protegiéndola del furioso mar. Allí han tenido lugar las batallas producidas en la ciudad a lo largo de los siglos. Es además, punto de ocio de muchos domingueros, turistas, de jóvenes que van en busca de intimidad... Es verdad, que se sitúa al lado del centro y su accesibilidad es muy buena, pero igualmente cuesta subir a ella y muchas veces los ciudadanos lo hacemos. ¿Por qué? Porque nos sentimos rodeados de vegetación, al aire libre, sin ningún rumor al rededor, con unas vistas espectaculares... Es la gracia que tiene un islote en medio de la ciudad.