Al contrario que Collserola, Montjuic alberga equipamientos públicos, deportivos y culturales importantes, como son las piscinas Bernat Picornell, el estadio olímpico, el Palau Sant Jordi, el Jardín Botánico o el MNAC y otros museos. Pese a todo ello, es cierto que es una montaña desconocida para los barceloneses y un foco turístico importante.
Por un lado creo que el interior de la montaña no es suficientmente accessible en cuanto a transporte público. Sólamente el autobus puede llevarte hasta los puntos más interiores de la montaña y no es un transporte muy cómodo, o que invite a visitarla. El hecho de desarrollar algún tipo de metro, con unas paradas fijas y fácilmente identificábles que llegara a diferentes puntos de la montaña facilitaría la llegada de un mayor público.
Pese a ser una montaña con un número de equipamientos importantes, no se puede pedir que tengan la misma vida que pudieran tener en un entorno urbano. Todas estas edificaciones públicas se encuentran en un entorno natural, no disponen de comercios, de hostelería etc. que dinamicen este área, por lo que no se genera una actividad tan importante como la pudiera haber en un área urbana de la ciudad. De todos modos, la solución a este problema no sería la edificación de la montaña, esto supondría un grave error, simplemente no hay que exigirle estas características a la montaña de Montjuic.
Bilbao que al igual que Barcelona esta rodeado de montaña, no dispone de tanta urbanización y concentración de equipamientos en ella. Artxanda es uno de los puntos de la ciudad más parecidos a éste de Montjuic. Un lugar cuyo principal atractivo es que se puede divisar toda la ciudad y donde se encuentran algunas pequeñas edificaciones históricas, como una ermita o algun equipamiento deportivo como unas piscinas. El acceso se hace a través de un funicular y la mayoría de gente que lo visita, únicamente es por ver la panorámica de Bilbao.
FUNICULAR DE ARTXANDA, BILBAO
