viernes, 2 de abril de 2010

El Icono de la Justicia

La nueva Ciudad de la Justicia, ubicada entre L’Hospitalet y Barcelona, ha sido diseñada por el arquitecto británico David Chipperfield y el estudio de arquitectura barcelonés b720. El proyecto nace de la necesidad de reordenar formal y funcionalmente los órganos judiciales de las ciudades de L’Hospitalet y Barcelona, hasta ahora distribuidos en 17 edificios repartidos en diferentes puntos del área metropolitana.

El programa del nuevo complejo judicial distribuye 330.000 metros cuadrados de su superficie en ocho edificios independientes pero conectados por un atrio continuo, creando así una serie de bloques prismáticos interrelacionados sobre una plaza pública. Este atrio también permite un acceso directo a cada uno de los bloques, actuando como filtro y reuniendo a los trabajadores y visitantes del complejo, tanto al inicio como al final de su visita, en torno a un vestíbulo central y público que domina la plaza exterior.

La ciudad de la Justicia se convierte a diario en un punto de convivencia entre funcionarios, demandantes y demandados y muchas miradas curiosas como la nuestra durante la visita al “museo de la justicia”.
Este proyecto sin embargo cadece de un buen sistema de comunicación que seguro será resuelto en un futuro de forma satisfactoria.

Tras ver una entrevista realizada al arquitecto Chiperfield sobre el proyecto responde lo siguiente:
“ Ése fue un proyecto muy difícil. Debes hacer los dibujos en tres meses porque hay elecciones. Luego debes parar. A continuación, redibujar porque el nuevo partido quiere hacer suyo el diseño. No hay un cliente real en esas situaciones. Sólo presión. La Ciudad de la Justicia de Barcelona fue un niño sin padres. Y esos niños son difíciles de criar.”

Ante esta descripción y el valor económico que suposo a la ciudad de Barcelona quizás me haga poner en duda hasta que punto la arquitectura de la Ciudad de la Arquitectura nace para hacer sentir la justicia más cercana a la ciudadanía o el fondo son tan sólo intereses políticos y de empresas privadas que buscan en esta arquitectura un “icono”.


TECNOCAMPUS O TECNOFUM

Las fuerzas políticas y económicas consideran que esta instalación es la piedra angular sobre la que hay que construir la nueva economía de la comarca del Maresme. “.

TecnocampusMataróMaresme será un espacio donde convivirán los estudios universitarios, la investigación, la competitividad empresarial y el ocio ciudadano. El complejocontará con varios edificios.

El primero, el TCM1, albergará la sede de las dos escuelas universitarias de la ciudad: la EscuelaUniversitaria Politécnica deMataró y la Escuela Universitaria del Maresme.
También está previsto que se integre la futura facultad de Ciencias de la Salud y Bienestar. Igualmente, elTCM1será la sede de Cetemsa,
uno de los principales centros tecnológicos al servicio de las empresas. El objetivo es acercar el talento universitario al mundo empresarial.

El parque también contará con dos grandes torres de oficinas destinadas a acoger empresas que quieran apostar por desarrollar su actividad
en un centro con todos los adelantos tecnológicos y un alto nivel de calidad de vida con vistas al mar. Otra de las actividades que se incluirán es la de incubadora empresarial.
Las nuevas compañías tendrán su sede en los edificios TCM2 y TCM3. En la incubadora se impulsará la creación de empresas de base tecnológica.

El descontrol que ha existido en el tema Tecnocampus es preocupante ya que la ciudad de Mataró invertirá 26 millones de euros, en el proyecto y la preocupación viene dada porque los que lo gestionan no dejan claro si esta inversión será un éxito o simplemente será la reubicación de las dos universidades de la ciudad, un hotel y alguna cosa más en la entrada de la ciudad.El tecnocampus en palabras de su presidente Sr. Romero, busca ser un polo de creación y atracción de empresas innovadoras del que se beneficie toda la comarca de Mataró.

El proyecto al final será la fusión de las dos universidades que existen actualmente en Mataró, un espacio para congresos, y algunas empresas de los alrededores que se ubicarán en el “recinto tecnológico”, unas empresas que intentarán poner a “Mataró en el mapa tecnológico español”.