El Montjuic tiene un abanico de espacios diferentes, que pueden ser disfrutados como lugares de descanso, de paseo, o de deporte... Además hay importantes instituciones culturales, como la Fundació Miró, que atraen mucha gente, y eventos temporaneos, como el Grec Festival, que contribuyen a promover el lugar.
Pues creo que el motivo por el cual pocos ciudadanos disfrutan de esta montaña no es la falta de actividades que se pueden encontrar ahí, sino la idea que se trate de lugares más lejanos de lo que realmente son. En Barcelona, donde la red de la metropolitana permite recurrir comodamente toda la ciudad, me parece que la falta de una parada cerca de un sitio ya lo haga aparecer como algo donde se llega con dificultad. Creo que estaría bien promover más las comunicaciones con el autobus, considerando que realmente con este medio se puede llegar al monte en poco tiempo.
Ha sido interesante escuchar como el Montjuic tiene un significado simbólico para los barceloneses siendo asociado al poder militar de Madrid. Los que no somos de aquí solo podemos imaginar cuanto esto haya influido en la relación de los ciudadanos con la montaña.
En la tierra firme veneziana hay un sistema de fortificaciones militares que se han construido en el siglo XIX bajo la dominación austriaca, para defender la ciudad lagunar. Ya en la primera guerra mundial se comprendió que estas fortificaciones eran insuficientes porque la artillería se había desarrollado mucho, y los fuertes se quedaron como zonas inutilizadas y inaccesibles. En los últimos años las asociaciones de los ciudadanos y el ayuntamiento de Venezia han empezado la recuperación de estos espacios, que no solo tienen valor como edificios historicos, sino que también presentan aspectos de naturaleza sugestivos. Algunos de estos fuertes estan abiertos al público en algunas horas, por ejemplo por los domingos o en ocasiones de eventos temporaneos. Cogendo los autobuses se puede llegar en poco tiempo en estos lugares, alejandose desde la ciudad para encontrarse en un ambiente totalmente diferente, dominado por la naturaleza, pero pocos ciudadanos disfrutan de esta posiblidad. Quizás el fáscino de estos lugares, como de algunas zonas del Montjuic, justo está en el ser poco redurridos por la gente.
