BARCELONA
El parque de Montjuic tiene una conformación topográfica interesante y peculiar.
Su posición privilegiada sobre la ciudad de Barcelona, ha hecho de aquel lugar un punto de defensa natural a lo largo de muchos años.
Esa fue su función principal, pero ha sido también prisión o cementerio judío en la edad media y mucho más.
Por un periodo muy largo la Montaña representaba una gran sombra temida y donde la ciudad expulsaba todo lo que no quería dentro Barcelona hasta su olvido y su completo abandono. Las cosas empezaron a cambiar cuando se convirtió en un lugar de grandes celebraciones colectivas, como la Exposición Internacional de 1929 o los Juegos Olímpicos de 1992. Estos dos acontecimientos desarollaron con equipamientos deportivos una zona , y con pavellones expositivos otra. Estas intervenciones, hoy en día, lo hace un lugar con muchas cosas para hacer y para disfrutar.
Su naturaleza que se expresa a travéz de jardines, avenidas sinuosas, fuentes etc., configura la montaña como lugar de ocio, de deporte, o de paz y tranquilidad lejos del caos ciudadano pero que a la vez queda muy cerca del centro.
Las dimensiones de la montaña, su topografía, la falta de un transporte público más eficaz, dejan al Montjuic lejano y desconosido. Aún así no creo que eso sea un problema si no un recurso positivo para que quede fuera de los lugares turísticos y de moda de Barcelona. Esto preservará su integridad!
ROMA
La tipologia de los parques urbanos en Roma es muy diferente de aquella que se encuentra en la montaña del Montjuic. La ciudad de Roma consta de un parque más céntrico, Villa Borghese con sus 80 hectáreas, y de otros pulmones verdes que rodean el centro como por ejemplo Villa Ada o Villa Doria Pamphili. Este último es el más grande con sus 280 hectáreas. El origen une la história de estos parques, porque todos nacen como villas, o sea localidades donde la burguesía o la iglésia disfrutavan de sus vacasiones. Fue solo con el pasar de los siglos y los acontecimientos que se sucedieron desde el renacimiento, que dichos espacios llegaran a ser espacios públicos.
Desde entonces, una gran parte de las villas, han sido convertidas en museos, galerias o sedes istitucionales.
Este panorama define las pocas possibilidades de intervenciòn que estos parques dejan, siendo ya conformados por su patrimonio histórico.