jueves, 29 de abril de 2010




Ampliaciones actualizadas
Recorriendo la manzana del Hospital Sant Pau parece que las épocas no siguen el ritmo del tiempo: tan pronto estás rodeado por las torres elegantes, con sus brillantes trajes de cerámica, como puedes relajarte en luminosas salas de espera subterráneas.
A pesar de la notable diferencia de estilo, se compenetran perfectamente. Dialogan mediante la vegetación que protegen en el interior de la isla, apoyándose en el eje que parte desde la Sagrada Familia.
En cambio, la fachada del perímetro se configura en cada caso dependiendo de la situación respecto a la calle. También de esta forma, para ambos cumplir con la misma función, cada edificio responde a las exigencias de su época (limitadas por la tecnología del momento).
En Arrasate, donde se ubica el hospital de mi comarca, también se han topado con la necesidad de ampliar y, de paso, adaptarse a los últimos avances.
A finales de este año acabará la primera fase con la inauguración del nuevo hospital. El nuevo edificio no será tan grande como para desplazar el antiguo a usos de otro carácter. El servicio se repartirá entre los dos, que se completa con otro edificio de urgencias y el centro de asistencia.
Por otra banda, entrando en la segunda fase (2011-2013), está prevista la demolición del antiguo centro de asistencia para reedificarlo en el mismo solar pero en las adecuadas condiciones. En este caso, no tiene sentido preservarlo porque hoy en día no puede ofrecer la respuesta necesaria y en tanto a la arquitectura, carece del peso histórico que tiene por ejemplo en Hospital de la Santa Creu.
Sin embargo, frente a esta falta de utilidad, se encuentra el edificio hospitalario inaugurado en 1997. Es la última pieza que conforma la “manzana sanitaria” (como la llaman). Aunque se haya quedado anticuada, con una rehabilitación se podrá actualizar y convertirlo en un hospitalario eficaz. Con esta fase, que se prevé ejecutarse a partir del 2013, se completa el proyecto del nuevo Hospital Alto Deba.
El objetivo final es crear una manzana donde se concentren los servicios sanitarios de la comarca. Cada edificio que lo compone es tratado de forma singular dependiendo de su ubicación y funciones. En un intento de innovar y convertir el nuevo centro en un icono (por supuesto, además de un servicio eficaz), la modernidad de los aparatos, métodos, tecnología... traspasa el interior, materializándose en una vistosa fachada acristalada, llena de color. Estos vidrios están atornillados a las guías que sobresalen dejando una cámara ventilada que colabora con el sistema de climatización.
Está claro, los tiempos cambian.