Ciudades adentro de ciudades
Una ciudad es creada por la relación entre espacios públicos y privados, entre lo construido y lo vacío. Esta relación puede ser de aceptación de las dos partes, creando espacios interesantes y agradables a la convivencia y pasaje, o de negación, creando muros, barreras y mundos internos apartados.
La palabra ciudad, cuando relacionada a algo a pequeña escala, está negando la existencia de una real ciudad, a la gran escala. Apenas con esa palabra ya se puede pensar en un mundo interno, sin voluntad de relacionarse al exterior ni por su aparencia exterior, ni por aberturas para su interior.
En la Ciudad de la Justicia, la impresión exterior que los edificios pasan es de austeridad y sobriedad. Su forma y la organización de los edificios crea una relación de poder y distanciamiento de la calle y del espacio publico; no invita. Las fachadas son frías y duras. La entrada a la plaza interna, no parece publica y no es muy visible. Además, el lugar adonde está en la ciudad, apartado de la misma, demuestra que no es un conjunto que espera demasiada relación con ella.
Rio de Janeiro es una ciudad con muchas ciudades adentro. Las “favelas”, o villas miserias son ciudades con leyes propias, apartadas de la ciudad por geografía, infraestructura, clase de la populación, trafico de drogas, marginalidad, hipocresías de gobiernos, etc. A contraposición, pero a veces muy cerca físicamente, están otras ciudades, los condominios. Estos son de clases altas, formados por grupos de edificios o casas, apartados de la calle por distancia y por barreras físicas, con diferentes equipamientos de ciudad internos, como plazas, calles, restaurantes, escuelas, tiendas, etc. No quieren ningún tipo de relación con la ciudad porque esta les da miedo.
Un ejemplo de ciudad institucional, es la Ciudad del Samba. Creada en 2005 en Gamboa, un barrio pobre en el centro de Rio, para reunir todos los talleres de las escuelas de samba en un único sitio. El proyecto podría haber pensado en un espacio que mejore este barrio, y sea un atractivo para los que pasan por envuelta, en cambio es una ciudad cerrada, vista desde afuera como grandes paredes, con rejas y una plaza interna que apenas puede ser aprovechada por los que estás allí.
El problema de estas mini ciudades es lo que sobra de la verdadera ciudad? Una ciudad fragmentada, desagradable de caminar, pasar, estar, y que se torna cada vez más peligrosa, como temen los habitantes de los condominios.