La visita al depósito de aguas pluviales ha sido hasta el momento, la que más me ha sorprendido, pues aunque imaginaba el enrevesado mundo subterráneo de las grandes ciudades (metro, tren, electricidad….). Desconocía por completo los espacios destinados a almacenar el agua proveniente de la lluvia, incluso habiendo caminado por encima de ellos en más de una ocasión, como en el aparcamiento de la universidad o en el campo de futbol de la escola industrial. Me pareció interesante la explicación del video inicial, donde se explicaba el estudio de los torrentes de agua, disponiendo los depósitos de en lugares concretos, con una capacidad mucho mayor de lo esperado.
En Zaragoza, las infraestructuras subterráneas tienen bastante menos importancia que en Barcelona, especialmente por tres motivos: en primer lugar, en el casco antiguo y parte del centro por los restos históricos que afloran cada vez que se intenta crear alguna infraestructura importante como por ejemplo aparcamientos, que por esta razón, escasean en la zona más transitada de la ciudad; en segundo lugar , Zaragoza tiene un subsuelo constituido por yesos, lo que hace que además del autobús (que es insuficiente) el tranvía sea la mejor opción frente al metro, aunque esto no quiere decir que no haya infraestructuras subterráneas como las vías del tren; y en último lugar, los ríos ocultos bajo la ciudad que desembocan en el río Ebro.
Este último punto es un sorprendente hallazgo para los zaragozanos (como lo fue para nosotros los depósitos de aguas pluviales), pues gracias a las obras del tranvía que se están llevando a cabo ahora por el centro de la ciudad, se ha descubierto que el río Huerva, no cruza Gran Vía (una de las principales calles de la ciudad), sino que la acompaña en todo su recorrido, por lo que una vez más, se refleja así la ignorancia que tenemos sobre lo que pasa debajo del suelo de nuestras ciudades.
