Barcelona, por ser una ciudad planeada, tiene muy bien pensado su subsuelo. El mundo que existe abajo de las calles es inimaginable. Fueron pensadas suficientes lineas de metro que permiten que la ciudad sea muy bien conectada internamente y un sistema de recogida de aguas y cloacas de dimensiones impresionantes. Además, hace no mucho tiempo, fueron hechos y siguen construyéndose varios depósitos de aguas pluviales por toda la ciudad que disminuyen los riesgos de inundaciones en la ciudad cuando llueve.
Estos depósitos tienen tamaños increíbles, y no se perciben desde arriba. Es impresionante la idea de construir un edificio de 19 metros de altura bajo tierra, y por estar abajo de estacionamientos o parques sin vegetación alta, no se notan en la ciudad.
Rio de Janeiro es una ciudad con muchas bellezas naturales, y por eso una ciudad muy turística. Pero pocos gobiernos se preocupan en como mantener la ciudad y el medio ambiente. Rio está creciendo en una velocidad muy grande, en populación y en construcción, y las infraestructuras siguen las mismas desde hace mucho.
El metro tiene apenas dos lineas para una ciudad que es el triple del tamaño de Barcelona. Las cloacas en los barrios antiguos, nunca fueron cambiadas, entonces es muy común que se rompan y suban a la superficie; y muchos barrios todavía no tienen sistema de cloacas público. El sistema de recogida de aguas pluviales ya esta mezclado con las cloacas, por conexiones mal hechas y ilegales entre edificios y el sistema publico.
Estos problemas, un turista no los ve mucho, y las obras tampoco se notan demasiado, por ser bajo tierra. Capaz por eso los gobiernos no invierten mucho en infraestructuras, les interesa más invertir en algo que de más votos y se vea más hacia fuera (de la superficie y de Brasil). Hasta que pasan desastres como en el cinco de abril de este año (la mayor lluvia en 25 años) y la ciudad no esta preparada para eso, es un caos, y mueren más de trecientas personas.