Metro
La primera red de Metro de Palma de Mallorca, se proyectó a finales de 2002 pero ésta no empezó a funcionar hasta el 25 de abril de 2007. Dicha línea conecta el centro de la ciudad con la Universidad de las Islas Baleares (UIB).
La línea Plaça de Espanya – Universitat (L1) tiene dos vías y una longitud de 7,2 kilómetros, de los cuales 4 son subterráneos y 3,2 en superficie. El recorrido dispone de ocho estaciones subterráneas y una exterior. La línea se ha diseñado para una velocidad máxima de 100 km/h y enlaza la Plaza de España con la UIB en un tiempo de 13 minutos.
Las obras del Metro de Palma de Mallorca se realizaron en menos de dos años, presionadas por los plazos y las necesidades de la ciudad y dio lugar a ciertas deficiencias en las que destacaban fallos en el sistema de ventilación de los túneles y en la evacuación de las precipitaciones que son normales para la ciudad.
El 23 de septiembre del 2007, una serie de fuertes lluvias provocaron la inundación de varias de las estaciones, tras lo cual la línea fue clausurada para realizar las obras de reparación y solución de deficiencias,. Tras reparar y solventar las deficiencias, el Metro de Palma de Mallorca volvió a funcionar el 28 de julio de 2008.
De este modo, la capital balear se suma a las otras cinco ciudades españolas que también cuentan con metro, que son Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao y Málaga.

Recogida neumática de la basura
La primera experiencia española en recogida neumática de basuras tuvo como escenario la Villa Olímpica de Barcelona. Instalado en 1990, con este sistema se pretendían cubrir las necesidades de recogida de residuos de las viviendas destinadas a los deportistas olímpicos. El ejemplo barcelonés lo han seguido otros municipios como Palma de Mallorca.
En el casco antiguo de Palma se ha instalado un sistema de de recogida neumática fijo. Este sistema consiste en unos buzones colocados en la calle. En ellos hay un hueco en el que cada vecino puede depositar la basura cuando desee, sin limitación de horario. Estos residuos se transportan a través de la red de tuberías subterráneas, conectadas con los buzones a una planta o central a una velocidad de 60 kilómetros por hora mediante una fuerte corriente de aire.
Una vez allí se tratan en función de su composición. La principal ventaja de estas plantas es que posibilitan técnicamente diferenciar destinos. Permite que funcione correctamente en zonas donde era impensable realizar recogidas selectivas de manera tradicional. En estos centros de tratamiento, la basura queda organizada en contenedores y el aire propulsor se filtra para ser emitido limpio a la atmósfera.