viernes, 16 de abril de 2010


A mi parecer, no se pueden comparar los dos proyectos visitados sobre las recuperaciones de las islas del Eixample, puesto que tienen un carácter diferente. Mientras que el proyecto de Llinàs ocupa media manzana, con una calle de la que se hace uso, y se crea una plaza de la que todo el mundo es partícipe, el proyecto de OAB es un proyecto más introvertido.
Por una parte, el proyecto de Llinàs consigue anudar un complejo programa de equipamientos en un mismo edificio, jugando con todos los elementos posibles, incluso entrelazando plantas de diferentes usos, que le da mayor riqueza al proyecto. Además, los programas tan variados (guardería, centro geriátrico, mercado y biblioteca) ayudan a que la plaza sea un lugar lleno de vida, donde la gente del barrio va a pasar la tarde y los niños van a jugar.
El proyecto de OAB ha recuperado un poco la idea que se tenía de manzana del Eixample, un lugar agradable para los habitantes, lejos de la especulación. Recuperar el antiguo trazado de Horta ha sido un elemento clave que ha servido para articular la manzana, creando a su alrededor un equipamiento a medida, nada ostentoso, y unas pequeñas zonas ajardinadas.
Este recorrido es difícil de comparar con Santander, puesto que las manzanas de Barcelona gozan de una riqueza difícil de encontrar en otro lugar, de todas maneras se podría decir que los equipamientos están repartidos por la ciudad, aunque con una diferenciación, mientras que los equipamientos culturales están próximos a la fachada del mar, los equipamientos como hospital, bomberos… están situados en la parte trasera de la ciudad.