Crear un espacio público me parece una medida necesaria para la mejora urbana y social de una zona de la ciudad, y para muestra, el Parc Central de Nou Barris, un espacio que ha conseguido no sólo salvar los grandes desniveles y ligar los diferentes barrios, sino más importante aún: ha creado un lugar de socialización, un lugar de relación donde antes había un barrio dormitorio. La intervención ha sido positiva para la ciudad, dando un trozo de pulmón, pero más aún para los vecinos del barrio, que han logrado tener un espacio donde desarrollar diversas actividades, ligados a los equipamientos que se han creado entorno a este nuevo parque.
El río Ebro constituye para Zaragoza uno de sus emblemas más importantes; actúa como eje estructural, elemento paisajístico y medioambiental de la ciudad. El río como obstáculo físico ha dado lugar a un desarrollo urbano fuertemente asimétrico de las márgenes en usos urbanos en cantidades y calidad. Era necesaria una gran transformación urbanística que tuviera como base el papel del río como eje transversal y espacio de centralidad.
Actualmente, está prácticamente finalizada la recuperación de este espacio natural. Para ello se ha llevado a cabo el Plan de Riberas del Ebro. Los puntos de acceso a la ribera eran difíciles y existían muchas zonas aisladas con problemas de seguridad. A lo largo de la ribera existen diferentes equipamientos, y amplias zonas arboladas pero en algunos puntos muy deterioradas. Lo que se quería conseguir con esta intervención era mejorar la conexión transversal entre las dos orillas del Río, además de incorporar una pasarela que ha conseguido unificar dos barrios y hacer a la ciudad partícipe de este tramo antes aislado. Además, se ha recuperado toda la franja de la ribera diferenciando tres niveles (una primera zona de contacto utilizado en época estival, una zona intermedia como transición con una zona para peatones y bicis y un nivel superior concebido como un parque urbano con espacios de ocio, descanso y juegos).
