Desde el punto de vista urbanístico, Collserola es un gran pulmón metropolitano de mucho valor ecológico, envuelto por la presión urbanística característica de la ciudad de Barcelona.
Es un elemento patrimonial muy valioso en el que el hombre ha ido dejando huella desde la antigüedad.
Ahora bien, desde el punto de vista del ciudadano, es el gran desconocido, la periferia de Barcelona, aparentemente inaccesible a pesar de su involucración con la ciudad.
Sus marcados límites hacen de la masa verde un espacio sin continuidad y poco permeable hacia la ciudad, que propicia una falta de actividad y de relación entre los ciudadanos y el medio.
Un caso distinto es el de Vondelpark de Amsterdam. Se trata de un parque de 45Ha (frente a las 8000Ha de Collserola), que forma parte de la trama urbana de la ciudad.
Tanto el compromiso del parque con el urbanismo presente como la tradición de la ciudad, hacen que los usuarios participen de la actividad y relación con el espacio verde, siendo uno de os lugares más fragmentados.
A este hecho se le añade la proximidad al Museumplein, o barrio de los museos, y la relación de todo tipo de actividades que ayuden a la conservación de este entorno natural y su función en la ciudad.