La llegada a el lugar nunca adivinaría la restante clase, el parque Joan Miró lleno de crianzas jugando y tocando piano, tal como la biblioteca no transmite ninguna idea del subsuelo.
Cuando el recorrido ha empezado la curiosidad ha tomado cuenta nosotros, pues pocos son aquellos que imaginan una ciudad por debajo de otra, mucho menos debajo de Barcelona. La verdad es que desde los transportes subterráneos a las infraestructuras todo ha sido pensado de acuerdo con el desenrollo urbano. Es como nunca mirar nuestro esqueleto pero tener noción que de ello necesitamos para vivir, así es construida el subsuelo barcelonés.
Los depósitos hacen una colecta de las aguas pluviales y así se inicia el ciclo de un complejo tratamiento de aguas, que después de pasar por un proceso de limpieza de las mismas llegan a el mar. Con una capacidad de 50.000m3, son evitadas catástrofes naturales y también posibles diluvios.
En Porto hay una red de aguas que es muy muy antigua y que está por debajo del casco viejo de la ciudad, no dando respuesta a cualquiera tipo de diluvio en la zona mas baja, como la "Ribeira". Es un completo sofoco vivir sin ninguna seguridad, hasta para más que las ciudad mas antigua es la zona mas habitada por gente grande con dificultades de circulación, o que torna este un de los problemas mas grandes del Porto.